jueves, 9 de octubre de 2008

Sonidos de Aliento

No temas, yo estoy contigo, no te dejaré ni te desampararé...
No temas, yo te ayudo...
Estoy aquí, puedes sentir mi mano.
Buen trabajo...
Bien hecho...
Me gusta tu compañía.
Gracias por estar ahí.
Gracias por ser parte de mi vida.
Gracias por aceptarme como soy.
Te amo tan y como eres.

Te perdono.
Puedes ir.
Estás en las manos de Dios, no vas a caerte, y Él no te soltará.
Sí, acepto.
Que bueno que estás conmigo.
Ya pasará.
Que bueno que el tiempo no se detiene.
Gracias por tu amistad.
Tienes razón.
Gracias por tu ayuda.

Eres una bendición.
Me encantó lo que hiciste.
No es lo qué haces, es lo qué eres.
Eres mi amiga.
Alegras mi día.
Valió la pena.
Por fin.
Te amo.
No te rindas, tú puedes.
Estaba bien rico.

Tantas palabras como éstas, dichas con sinceridad entran en nuestro corazón y nos alientan, sirven de esperanza y nos animan a compartirlas con otros en agradecimiento al aliento recibido.

ES agradable recibir, pero una verdad universal es en la satisfacción mayor que nos produce dar, alentar y ver como bendecimos al hacerlo.

Muchas gracias por ser parte de esto y corre la voz.
Lo único que en exceso nunca hace daño es el amor. Pero verdad es también que no es nada fácil amar. porque hay que despojarse.
¿Quieres arriesgarte? ¿Puedo hacerlo? ¿Recibirías mi amor? ¿Me quieres amar?

No hay comentarios: